lunes, 27 de agosto de 2012

Soy Actor

Ayer, parece, era el Día del Actor.
Abrí mi facebook y escupí esta reflexión que resultó un éxito de taquilla (y de pacotillo) entre mis allegados; ha llegado(s) entonces aquí, para compartirla con el gran público. O sea, vos.

Soy actor. Como Viggo Mortensen. Como Al Pacino. Como Jorge Pacini. Como García Satur. Como Brian Carusso. Como Steve Mc Queen. Como Carlín Calvo. Como Darín. Como Klaus Kinski. Como Chacovachi. Como Gallardou. Como Balá. Como Brando. Como De Niro y como Duilio Marzio. Espero que me llamen para trabajar. Todo el tiempo deseo eso. Genero e intento. Sufro. Escribo. Especulo. Leo obras. Leo guiones. Leo Sbaraglias. Lito Cruces. Fracaso. Contesto boludeces. "Porqué no estás en Pol-ka?" "Vos deberías estar en Graduados" "Cómo se aprenden la letra?" "Cómo es ser famoso?" "El ambiente es tremendo, no?"... Soy actor, y ya me sentía actor antes de haber actuado en nada. Soy actor como Sean Penn. Como Antonio Grimau. Necesito la energía de los otros. Necesito público. Hago yoga. Camino. Me preocupo por mi pelo. Caliento la voz. Canto. Pego gritos y me relajo. Desde los seis años que imagino una cámara que me sigue. A veces protagonizo mi vida, a veces soy un rol secundario. Cambio de técnicas. A veces me siento Gandolfo. A veces Ure. A veces yo. A veces me cago de risa y creo que es todo una gran mentira; que depende del personaje que te toque sos Gardel, o Le Pera, o Semillita. A veces me parecen todos unos ridículos mis colegas. Y mis coregas. Seres dependientes de la mirada ajena. Me dan ternura. Yo mismo me doy ternura. Soy actor. Genero emociones. Doy besos de mentira. Lloro de mentira. Mil veces lloro. Paso llorando delante de un espejo y me río. Actúo en la vida. Soy actor por la calle. En el shopping. En la playa. También soy otras cosas, sí, pero primero que nada, Soy Actor. Y no puedo ni quiero dejar de serlo. Y dicen que hoy es mi día. Okey. Me beso, entonces.





martes, 21 de agosto de 2012

Más allá de las carcajadas...

"Todos los hombres son solteros” (*)es una lectura poco pretenciosa. No intenta adoctrinar sino contar historias con un lenguaje llano. Es tan fluido como si en verdad el autor hubiera estado frente a mi contándome los cuentos, en lugar de estar leyéndolos yo sola.”
(…) Las historias parecen tener vida y venir de la experiencia, de la calle, del boca a boca, más que del análisis "teórico" del relacionamiento de los géneros.

(…) Algo sobrevuela en todos los cuentos, relacionado con cierta tristeza más allá del humor evidente y estridente (a juzgar por mis carcajadas). No se bien cómo explicarlo, pero me pareció que detrás de cada uno había una ligera angustia por tener que aceptar que, fuera de las promesas de amor eterno, de los sentimientos más sinceros y profundos, una parte nuestro ser se sigue resistiendo a la idea de abandonar el deseo de mirar, gustar y seducir a otros. Y en ese sentido, el alegato más contundente aparece en el último tramo, donde específicamente habla del deseo. Y más que una carta a un amigo que se va a casar, parece una carta dirigida a uno mismo, como ejercicio de convencimiento, con el sabor agridulce del renunciamiento. Acá me detengo para hacer un breve comentario que daría para largo, pero que intentaré resumir: desde antes de leer el libro, desde siempre, creo que el deseo es un motor vital importantísimo. No sólo el deseo sexual (aunque también, obvio). Sin deseo, no creo que valga la pena vivir. Con lo cual reafirmo cada una de las palabras del autor.


Finalmente, me pareció que hay una dosis pronunciada de Buenos Aires en sus relatos. No se si los hombres y mujeres que describe son estereotipos del ser nacional o más bien, del ser porteño, pero claramente hay mucho del argento clásico en todos los personajes.

Me gustó mucho, me acompañó mucho, pude ver la cara de los personajes, reconocí a algunos de ellos en otras personas que conozco, me reí, reflexioné sobre algunas cosas. (…) “


  Paula Brufman









* Todos los Hombres son Solteros (Historias e histerias masculinas)
se consigue en: http://pablonovak.blogspot.com.ar/2012/01/librerias-donde-no-esta-agotado.html

sábado, 18 de agosto de 2012

Mujer: Vivi aconseja, para tu mesa de luz....

No puedo dejar pasar, así como así, la crítica de mi amiga, la talentosa actriz VIVIANA PUERTA:

"Encontrarse con los cuentos de Pablo Novak, no solo divierten y seducen en su forma de narrarlos, te enfrentan con una realidad compleja y profunda.
El humor es la herramienta más aceitada del autor, que se anima a pintar realidades y fantasías de los del otro bando. Los Hombres.
Cuando comencé a leerlo y avanzaba en las historias mi primera reacción fue el rechazo.
Alguna fibra íntima no quería enfrentarse con ésta dolorosa y cruel verdad: “Todos los hombres son solteros”…aunque estén casados.
Dejé el libro sobre la mesa de luz y enojada pensé:”son TODOS iguales”.
Pasaron unos días y le di otra oportunidad.
Los cuentos me quitaban la venda de los ojos, echaban por tierra el romanticismo místico de los cuentos de hadas, las películas con finales felices y la idea del amor exclusivo y para siempre.
Me enfrentaban a un espejo que no quería ver.
Pablo desnuda a los de su género mostrando una característica que ni “ellos” se atreven a afirmar.
La histeria también es masculina. Y a pesar del diccionario que nos desasna confirmando la etimología de la palabra y ya a sabiendas podríamos constar en actas que los hombres también son “útero”.
Entonces estamos en condiciones de afirmar, y que se archive por cuadruplicado que Wiki pedía se equivoca y que la “histeria” no es una neurosis que padece (solamente) el 1 % de la población mundial…
"Todos los hombres son solteros. Historias e Histerias masculinas", no es un simple libro pasatista playero, no es un libro de autoayuda, no es un libro de psicología emocional.
Es un libro de cuentos que se lee fácil y se digiere lento.
Es un libro que muestra la grieta, el grano “ahí”. Incomoda, divierte, te hace mirar alrededor con otros ojos y te deja en estado de alerta.
Aconsejo tenerlo en la mesita de luz y consultarlo como oráculo.
En caso de emergencia abra en la página 107.




jueves, 16 de agosto de 2012

"Negro cabeza"?... El color lo tiene acá



He borrado de mis redes sociales ya a unos cuantos que utilizan la palabra “negro” para referirse a un delincuente. Y sigo borrando, y enojándome, y no quiero quedarme solo en esto; por eso me pedí permiso para sacarlo todo afuera, como la primavera y como Piero, que es el mejor colchón.

Recién, una bonita “amiga” virtual, ofuscada por haber presenciado un arrebato de celular sugería: “a estos negros cabeza hay que pegarles un tiro”. En realidad quiso decir “a estos ladrones hay que pegarle un tiro”; pero entendemos: es un desplazamiento frecuente de vocablos en la jerga argentina de hoy. Nadie ya se asombra, y se “está usando” decir negro como algo negativo.

Negro = ladrón, delincuente, pobre, malhechor, etc.

 
A mi me da vergüenza ajena, como mínimo.

En una discusión por Twitter (cuando aún discutía, ya no lo hago), una joven quiso explicarse: “no me refiero al color de piel sino a los negros de alma”… La embarró más.

Me disgusta, y hasta siento que me voy quedando solo en mi disgusto; tengo algún amigo y hasta familiar al que a veces oigo soltar un “negro” queriendo como mínimo, descalificar, o referirse a la gente que vive en las villas.

Y no se puede hacer docencia con todos; lo hago y lo haré con mi hijo cuando lo escucha de algún compañerito… Me cuesta dejárselo pasar a quienes estimo…

Ojo; dejo fuera de discusión el humor. Soy comediante; me gusta el humor de todos los colores y mato por un chiste o remate. Ahí creo que casi no hay límites. Podemos joder con todas las minorías, mayorías, y en la comicidad, te banco a muerte.

Pero acá hablo de otra cosa.

Así como hubo, en los últimos años, un descuido en la ortografía, también pasó algo raro con esto. No creo que sea racismo; es pelotudez. Es un error.

Y me siento en la obligación de plantearles, palmeándoles la espalda casi; a quienes tienen ganas de cambiar para mejor: sé que no lo hacen de racistas; a los racistas los doy por perdidos. A ustedes les digo, a los otros, a quienes pueden ser mis amigos, que son inteligentes, sensibles, que han llorado con películas como “Mississippi en llamas”, “La lista de Schindler”, “American X” o la reciente “Historias Cruzadas”: No da!...

No da lo de negro, ni negro cabeza, ni nada de esas formas horribles que están usando.

Basta. Cambien. Ya no da.

Ladrones son ladrones, asesinos, chorros, secuestradores, pungas, hijos de puta o lo que quieras. Pero pueden ser grises, pelirrojos o amarillos. O negros, sí. O gordos.

Después si querés contamos chistes de negros, de judíos o de putos y nos reímos todos.

Pero pensá si no quedarías realmente como un forro diciendo “negro cabeza” delante de esos que admirás tanto, como Will Smith, Lenny Kravitz, Eddie Murphy, Michel Jordan, Hendrix, Marley, Bolt, Rada o Denzel Washington...

 
Qué pasó, a ver, contame?... Cómo fue? Quién te enseñó eso?...

Mirá hacia atrás y decime, desde cuándo llamás (o volviste a llamar) negro a alquien que no te cae simpático?...



viernes, 10 de agosto de 2012

Más comentarios sobre el libro

“Con el libro… Me recontra-cagué-de-risa!!!


Me identifiqué con los protagonistas de tus cuentos; todo es como si me hubiera pasado a mi!!!...”

[...] “Quiero que salga el Vol II y también el Greatest Hits !!!”

Diego Mizrahi

46 años - Músico





“Desde hace un tiempo la "Histeria" no es solo femenina. Lo sabemos todas.

La manera de contarlo desde la observación masculina donde, desde el lado femenino podés identificarte en varios aspectos con algún personaje....

La observación del Autor me parece sumamente importante.

“Está bueno poder descubrir muchos aspectos de los hombres que nos hacen ruido...”

[...] “conocer el pensamiento masculino atravesado por situaciones ingeniosas... seguramente con vivencias personales” [...] “conocer ese lado femenino que tienen los hombres y su manera de resolver situaciones...”

Lo Recomiendo!!!! No solo para que lo lean las Mujeres sino más aún los Hombres donde podrán identificarse y sentir una gran complicidad con los personajes de las historias!!”


Natalia De Cicco

35 años - Actriz – Productora